13 de julio de 2016

1982: FESTIVAL INFANTIL DE LA CANCIÓN. LA ZARZUELA.




A propósito de las más que interesantes fotografías que nuestra hermana y siempre querida Manoli Torres ha estado subiendo a Facebook, he decidido tomar algunas de ellas y volver a rescatar otras fotografías que hace un par de años subí a este Blog Soledad de Huévar comentando aquel famoso festival que hicimos en el año 1982. No quisiera dejar pasar este momento sin destacar el papel fundamental y tan importante que durante aquellos años desempeñó Manoli Torres en nuestra Hermandad de la Soledad, sobre todo porque fue una base importantísima para la consecución de fondos y para la realización de la Restauración de la Capilla de la Soledad tal y como la conocemos actualmente y en cuyas obras tantos hermanos trabajamos. 
Por lo tanto, Manoli, quiero que este Post sea mi reconocimiento y admiración hacia tu persona. Fuiste una gran luchadora y todos en esta Hermandad te debemos mucho. 

Durante el verano de 1982, varios jóvenes de la Hermandad, se encargaron de preparar un Festival Infantil de la Canción dedicado a la Zarzuela, Esmeralda del C. Trashorras, María de las Mercedes Moreno, Miguel Moreno, Enrique Obrero, Juan Antonio Toro, Mª Asunción Martínez y José Trashorras.

Participaron muchos niños y niñas de Huévar tal y como podemos ver en estas dos fotografías en unos momentos de uno de los muchos ensayos que se llevaron a cabo. Quizás puedan identificar el patio de la Antigua Casa Hermandad, hoy Salón de la Resurrección.

Naturalmente, faltan muchos niños en las fotografías pero recuerdo que se hicieron en un momento cualquiera de uno ensayo cualquiera y salieron los que estaban allí en ese momento.

El Festival se representó en el Salón de Segura, La Pacheca,  en la carretera de la Estación y resultó fantástico.
Ahora, lo más llamativo de estas fotografías es que los niños de entonces, adultos ahora, puedan verse y el resto de las personas que vean este Blog, sean capaces de identificarlos




En estas fotografías de Manoli Torres, podemos ver uno de los números más divertidos de aquel espectáculo, "los marineritos". 
Estas fotografías, aunque hoy pudiera parecer curioso, son un verdadero testimonio de un momento y de unos trabajos en los que la fotografía casi no existía, todo lo contrario de lo que ocurre hoy día. Por ello, he optado por subirlas al Blog y etiquetarlas en Fotografías antiguas de la Hermandad de la Soledad para que se encuentre a disposición de todo aquel que lo desee. 
Desconozco si hay más fotografías de este festival. En este sentido, todos debiéramos mirar en nuestros armarios, cajones y aportar lo que pudiera ser un sin sentido, pero que forma parte de la historia viva y real de nuestra Hermandad. Historia y momentos que muchos desconocen y que ahora seguro que viendo estas imágenes se harán una idea de lo mucho que en esta Hermandad se ha trabajado, siempre, para hacerla lo grande que hoy día es. 
Evidentemente, estas fotografías con escaneados de antiguas fotografías analógicas, sin retoque alguno, de ahí que no tengan la nitidez deseada pero para quienes tengan curiosidad, dentro del barco del número de "los marineritos", entre otros veo a Loli, Marta, Amalia, Juan y a una cuarta niña que, creo, es Rocío. No pongo los apellidos por la privacidad que merecen pero espero que con los nombres y con un poco de atención sepan de quienes estoy hablando. No obstante, si he errado, pido disculpas pero tras tantos años, la memoria juega alguna que otra mala pasada.
Por último, quisiera seguir animando a Manoli a que suba más fotografías que pudiera tener porque todos se lo agradeceremos mucho. Yo, personalmente, te doy las gracias y te reitero mi respeto y admiración. 
Permítanme una anécdota curiosa que tuvo lugar casi al final de este Festival. Era el último número, se trataba de la representación de "La Canción Húngara". Teníamos las cortinas cerradas y en el escenario estábamos preparando una pequeña hoguera como parte del decorado. Cuando el público vio al trasluz que había llamas, la gente empezó a levantarse pensando que se trataba de algo más serio y tuvimos que salir, Enrique, yo y otros a pedir tranquilidad porque todo era atrezzo. No pasó nada, evidentemente, pero ahí quedó la anécdota.