La mañana del 18 de Octubre nos creó una gran incertidumbre por la mucha lluvia caída a lo largo de toda la noche inmediata. No obstante, tan pronto comenzó a clarear el día, todo transcurrió con la alegría y el gozo que todos esperábamos. Así, llegó la A.M. Virgen de los Reyes en una Diana Floreada cuyos recuerdos todavía se encuentran en nuestro espíritu por el júbilo con el que lo vivimos. Una multitud de soleanos acompañamos a esta enorme Agrupación y dimos rienda suelta a nuestra mayor emoción y felicidad tras tanto sufrimiento contenido.
