La semana pasada se pudo contemplar en Sevilla, en el Círculo Mercantil, una interesantísima exposición sobre la Hermandad de San Isidoro, una Hermandad que sabemos que existe pero de la que desconocemos muchos de sus detalles. Y lo cierto es que nos ha sorprendido porque, sin duda alguna, es o ha sido una de las mejores exposiciones que han pasado por la Calle Sierpes.
La exposición recogía una amplia muestra del rico patrimonio de esta Hermandad. Yo, en un primer momento, me he quedado con lo que pudiéramos llamar, la pieza clave o central ( sin menosprecio de ninguna otra), el Cirineo que acompaña al Santísimo Cristo.
El Cirineo es de Francisco Antonio Gijón (1687) y está considerado como la
imagen secundaria más importante de las que procesionan en Semana Santa.
Ha sido restaurado en 1974 por José Rivera García y en el 2000 por el
Instituto Andaluz de Patrimonio
La Hermandad de San Isidoro fue fundada en 1605 por el gremio de cocheros en San Benito de la Calzada. Las
primeras reglas se fechan en ese mismo año estableciéndose la salida
procesional el Viernes Santo. Pasó luego a San Roque en 1631 con la advocación
de Hermandad de las Tres Caídas de Nuestro Señor y la Virgen y Madre de Dios
del Arco y Ánimas Benditas del Purgatorio. Tras estar unos años en la iglesia
de Santiago pasó definitivamente a San Isidoro en 1668. Las reinas María
Cristina e Isabel II y los duques de Montpensier pertenecieron a esta
hermandad. Desde 1928 la Virgen del Loreto es patrona del Ejército del Aire por
orden de Benedicto XV y por tal motivo, de manera ininterrumpida salen desde 1938
una representación de oficiales del Ejército del Aire. Desde 1984 hasta 1990
hicieron estación de penitencia desde la Iglesia de la Anunciación por obras en
su parroquia.