El papa Francisco ha
firmado el decreto que autoriza la
canonización del beato sevillano Manuel González García (1877-1940), quien
fuera obispo de Málaga y de Palencia, informó hoy la oficina de prensa del
Vaticano.
Francisco recibió ayer
al prefecto de la congregación de las Causas de los Santos, el cardenal
italiano Angelo Amato, y firmó el decreto con el que se reconoce un milagro por
la intercesión del beato español, fundador de las Misioneras Ecuarística de
Nazaret, y por el que será proclamado santo.
El obispo había sido
beatificado el 29 de abril de 2001 por Juan Pablo II y la Comisión de Teólogos
aprobó un nuevo milagro por su intercesión lo que le permitirá ser proclamado
santo en una fecha que se decidirá posteriormente.
El milagro elegido por
la Congregación para las Causas de los Santos es de la curación de una mujer de
Madrid afectada por un linfoma agresivo.
Nació en Sevilla el 25
de febrero de 1877 y fue nombrado obispo de Málaga en 1920.
Según la biografía
proporcionada por el Vaticano, tuvo que trasladarse a Gibraltar después que el
11 de mayo de 1931 incendiaran el palacio episcopal y después huye en 1932 a
Madrid desde donde rige su diócesis.
El 5 de agosto de 1935
el Papa Pío XI lo nombra obispo de Palencia.
Francisco también firmó
el decreto que reconoce las «virtudes heroicas» de la religiosa española María
Nieves Sánchez Fernández (1900-1978), religiosa profesa de las Escuelas Pías,
primer escalón del proceso de beatificación.
La promulgación de las
«virtudes heroicas» supone que a partir de ahora se les otorgará el título de
«venerables» y se comenzará el proceso para continuar su beatificación.
Para que un venerable
sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su
intercesión y para que sea canonizado (santo) es necesario generalmente un
segundo milagro, aunque el pontífice puede obviar el procedimiento.