El pasado 24 de este mes de Enero, falleció de manera repentina nuestra querida hermana María Josefa Bursón de Vargas. Todos la conocimos y sabíamos de sus costumbres y manías pero a todos nos resultaba entrañable su persona por sus buenas maneras, por su correctísima educación y su buen saber estar en todos sitios.
Era una mujer que disfrutaba con sus cosas, especialmente con su Belén que con tanto cariño y paciencia preparaba año tras año.
Fue ella quien donó a la Hermandad la efigie de San José que actualmente se encuentra en nuestra Capilla y el pergamino con las indulgencias concedidas por el Cardenal Illundáin hacia las personas que rezasen a esta Imagen de madera policromada.
Todos la recordaremos.
DESCANSE EN PAZ.