12 de enero de 2010

UNA VISITA A LA CAPILLA DE LA HDAD. DE SANTA MARTA.

Cristo de la Caridad



Autor: Luis Ortega Bru (1916-1982).
Cronología: Encargo del Misterio del Traslado al Sepulcro el 1 de julio de 1951. Realización durante 1951-52.
Bendición: 28 de marzo de 1953, en la parroquia de San Andrés por el Cardenal Arzobispo D. Pedro Segura y Saénz.
1ª salida procesional: Lunes Santo 30 de marzo de 1953.
Materia: Madera de ciprés, totalmente policromada.

Análisis Artístico

El Santísimo Cristo de la Caridad es una magnífica efigie del Redentor yacente, realizada a partir de un modelo en barro en tamaño natural, cuyo busto se conserva en la Hermandad. La imagen, exenta, está totalmente tallada en madera y policromada con un gran realismo y unción religiosa, presentando una admirable cabeza, sin corona de espinas, con una amplia cabellera de raíz clásica que enmarca al sobrecogedor rostro en el que se atisban los rasgos de la muerte trágica y cercana.

El cuerpo presenta un notable movimiento, flexionándose en ángulo tanto por la cintura como por las rodillas para ser llevado sobre una sábana por los Santos Varones hacia el Sepulcro, formando un dinámico grupo en diagonal, de izquierda a derecha, de grandioso movimiento barroco.

Es de destacar, junto a la admirable anatomía, el magistral brazo derecho desprendido y el breve sudario de talla que deja al descubierto toda la cadera derecha, así como la espléndida policromía que le dotó su autor en la restauración de 1977, y un extraordinario realismo en la pintura de la sangre que brota del costado, rodillas y llagas del Señor.

Restauración

A los veinticinco años de su ejecución, el mismo autor Luis Ortega Bru llevó a cabo una intensa restauración de la imagen del Santísimo Cristo de la Caridad entre el 17 de julio y el 21 de noviembre de 1977, en la que intervino sobre el ennegrecimiento que presentaba, resanando y consolidando la imagen, y aplicándole una nueva encarnadura, más elaborada que la original, esta vez en tonos más claros y con abundancia de veladuras y pátinas, que le otorgó el aspecto con que las contemplamos en la actualidad. Además le talló las llagas del costado y manos, que anteriormente sólo tenía pintadas, precisamente con la propia sangre de su autor, según confesión personal.
En el verano del año 2000 el taller “Serbal” le realizó una pequeña restauración, consistente en la limpieza de la policromía de los pies y mano derecha, así como en la sustitución del sistema de fijación al paso procesional por una pieza de acero inoxidable embutida en el dorso de la imagen.
Entre el 7 de junio y el 28 de julio de 2006 fue intervenida nuevamente la imagen por Pedro Enrique Manzano Beltrán, tras un amplio estudio radiológico. Se trató de una restauración integral y a fondo, en la que, sin entrar en problemas estructurales que presenta la talla, fueron tratadas numerosas fisuras y desensambles de las piezas de madera que conforman la imagen, así como de abundantes desprendimientos de policromía en diversos lugares de la anatomía de la talla.

Otros datos.
El origen de esta Corporación de fieles cristianos se basa en la fusión el 30 de marzo de 1982 de dos Hermandades establecidas en la Parroquia de San Andrés Apóstol de Sevilla.
De ellas, la mas antigua es la titulada Real y Muy Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento, Inmaculada Concepción y Ánimas Benditas, fundada en el siglo XVI, según consta en un anexo del Libro de Protocolo de dicha Hermandad, custodiado en el archivo parroquial de San Andrés: "La Cofradía Sacramental de esta Parroquia de San Andrés, es también, de las primeras de esta ciudad, la cuál se fundó bajo mandato del Sr. Arzobispo D. Diego Delesa el año 1.514". (Se refiere al Arzobispo Fray Diego de Deza, que gobernó la diócesis desde 1.504 hasta 1.523).
La otra corporación era la Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad en su Traslado al Sepulcro, Nuestra Señora de las Penas y Santa Marta, que tiene su origen en la Parroquia de San Bartolomé de esta ciudad.

Fue fundada en 1948 por personas provenientes del Gremio de Hostelería en honor de su Patrona Santa Marta como Hermandad de Gloria, pero poco tiempo después se acuerda el transformarla en Cofradía de Nazarenos, buscándose un misterio de la Pasión donde encajar la figura de Santa Marta, determinándose el Traslado al Sepulcro de Nuestro Señor. Se aprobaron las primeras Reglas el 28 de septiembre de 1949, erigiéndose definitivamente en Corporación penitencial.


Con vistas a la primera Estación de penitencia, el 13 de noviembre de 1952 la Autoridad Eclesiástica autoriza el traslado de esta Hermandad a la Parroquia de San Andrés, que se realiza el 25 de noviembre siguiente. A los treinta años de este traslado se fusionaron ambas Hermandades de la Parroquia de San Andrés Apóstol dando lugar a la actual