La Rosa de oro es una distinción que hace el Papa a personas, imágenes o santuarios que se distinguen en la defensa del catolicismo o propagación del mismo. Es una distinción poco conocida y escasa teniendo en cuenta que se bendice una sola rosa cada año. Es posible que la que se consagre no sea otorgada lo que explica que haya años en los que se concedan más de una, raramente.
Es una práctica de origen medieval. Se cree que data del S. X, el hecho de otorgar esta distinción y es posible que sustituyese a otra anterior de ofrendar dos llaves, una de oro y otra de plata, con limaduras de la cadena de S. Pedro.
Desde principios del S. XIX es una distinción casi exclusiva para señoras y así la recibieron personalidades "consortes" de las monarquías católicas de Europa. En España la tuvieron la reina Isabel II (que no era consorte) y Dª Victoria Eugenia. Los cambios sociales que surgieron tras la última guerra mundial propiciaron cambios en la designación de agraciados con la Rosa de oro y empezó a generalizarse su concesión a imágenes de la Virgen y santuarios.
La Rosa, realizada en metal dorado u oro, no tiene formato propio sino que es fruto, en su forma, del capricho de los orfebres. Al principio hay constancia de que era de oro esmaltado en rosa; pronto perdió la costumbre del esmalte y pasó a tomar el color de un rubí que se engarzaba en su centro. Algunos pontífices mandaron que se adornase con doce perlas en recuerdo al colegio apostólico...las hay en ramillete con una principal sobre una rama, en un jarroncito...
La Rosa es bendecida por el Papa reinante en una ceremonia discreta, en comparación con los fastuosos ritos vaticanos, dentro de la cuaresma y concretamente en el domingo de Laetare, penúltimo.
En la sala en la que se reviste de los ornamentos se prepara un altar donde, revestido de pluvial, el Papa la bendice y además la unge con el Santo Crisma además de espolvorearla con sustancias olorosas.
En Roma se acude a recogerla al Palacio Apostólico, antes a S. Juan de Letrán y en el extranjero la entrega un emisario en nombre del Papa y en las circunstancias que se acostumbre en cada país pero siempre en una iglesia y normalmente dentro de una Misa.
Son 17 hasta ahora las imágenes de la Virgen que tienen posesión de esta distinción en todo el mundo; en España sólo la Virgen de la Cabeza de Andújar por breve de Benedicto XVI en 2009.
No es una distinción que se solicite y reconoce valores distintos a los de la coronación canónica.