13 de marzo de 2011

NO PUDO SER.

Una intensa llovizna obliga a suspender la salida procesional del Cristo de la Salvación.

No pudo ser. El Cristo de la Salvación tendrá que seguir aguardando una mejor ocasión -esperemos que no pasen otros setenta y cinco años- para que los primeros rayos de luz besen su cuerpo desplomado. Una intensa llovizna cuando el cortejo de hermanos y representaciones se encontraba ya desplegado en la calle Carlos Cañal dio al traste con las ilusiones de contemplar al Crucificado de San Buenaventura procesionando por vez primera sobre un paso. Al hermano mayor de la Soledad hasta se le quebró la voz a la hora de anunciar desde el púlpito del convento la triste noticia a sus hermanos.
"Vista la situación actual de meteorología y a la previsión para las próximas horas, muy a pesar nuestro vamos a suspender el viacrucis. Yo lo siento muchísimo...". Y el cálido aplauso de una iglesia repleta rompió el silencio de un afectado hermano mayor, al que se le hizo un nudo en la garganta. "En otro momento será si Él quiere y nosotros podemos estar presentes y poderlo vivir".