La Virgen de la Soledad de la Hermandad de los Servitas de Sevilla comenzó a procesionar en el año 1981. Antes, en julio de 1966, se le encarga al nada más y nada menos Castillo Lastrucci la ejecución de una Imagen Mariana de 1.69 cm por el precio de 15.000 pesetas.
Una vez la obra terminada, no resultó del agrado de la Junta de los Servitas porque, según he podido constatar en algún que otro documento, resultaba parecida la Virgen a otras ya existentes en la ciudad de Sevilla. Vean la siguiente fotografía , la Virgen de Castillo Lastrucci.
Aparte de los posibles parecidos, la belleza de la Imagen es innegable. No obstante, la Junta decide encargar a Don Antonio Dubé de Luque, dos meses más tarde, en octubre, la remodelación de esta Virgen . Efectivamente, Dubé de Luque la retalló tanto que no dejó rastro de la anterior Imagen resultando una, la actual Virgen de la Soledad, que en nada tenía que ver con la del maestro Castillo, con la original.
A pesar de todo, la Imagen de la Soledad de los Servitas se ha convertido en el motivo de devoción y culto de sus hermanos . A la vez, hablamos de una Hermandad que ha conseguido tener un sello propio, muy particular en el mundo de la Semana Santa Sevillana. Ver su cofradía en la calle es un auténtico placer para los sentidos por sus bellísimas imágenes, por sus espléndidos pasos y por su enorme personalidad: se trata de ella misma sin copiar a nadie ni a nada. Sus cultos son, por otro lado, sencillos pero magníficos.
La Virgen de la Soledad, obra de Dubé de Luque.