Si Doñana no fue el Paraíso Terrenal, debió faltarle muy poco. En estas imágenes podemos ver como los Almonteños reúnen a las yeguas y a sus potrillos en este Olimpo paisajístico. Lo confieso: "enamorado de Doñana hasta las trancas". Belleza horizontal que no la hay en ningún otro lugar de este planeta.