3 de mayo de 2021

La Soledad, una advocación muy vinculada a la Resurrección y a las glorias de María. PUBLICADO EN EL BOLETÍN DE MAYO.

 

La Soledad, una advocación muy vinculada a la Resurrección y las glorias de María

Por Pepe Trashorras Martínez.

La de Nuestra Señora de la Soledad es una advocación muy extendida por toda la geografía andaluza y española. Muchas de las hermandades que rinden culto a María en su Soledad tienen como titular, además, a Cristo Yacente. También coinciden bastantes de ellas en la celebración de la Pascua de Resurrección o de diversas fiestas de gloria. Aunque algunos de estos festejos han variado de fecha y forma a lo largo del tiempo y haya corporaciones que los han perdido, muchas otras aún los mantienen. Es el caso de nuestra hermandad, que celebra tanto el Domingo de Resurrección como las glorias de María en el mes de mayo.

   Históricamente ha sido común el hecho de que los fieles que daban culto al Santo Entierro de Cristo y a María en su Soledad celebrasen también la Resurrección, bien con la imagen de la Soledad o con otra talla gloriosa de la Virgen. Esto ocurría ya en el último cuarto del siglo XVI en la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo (Sevilla), por entonces con sede en la antigua Casa Grande del Carmen, en la calle Baños. En aquella época la corporación salía a la calle el Viernes Santo con su titular mariana y también con el Santo Sepulcro, que dejaban a la vuelta en el compás de un convento, donde era velado. El Domingo de Resurrección al alba los cofrades volvían a dicho lugar con una imagen letífica de la Virgen, y allí se realizaba el encuentro con la talla de un Resucitado, con la que volvían en procesión a su capilla en el convento del Carmen.

 Estas ceremonias de Pascua, que se popularizaron en muchos lugares, continúan celebrándose con bastante arraigo en localidades como el municipio onubense de Hinojos o el sevillano de Coria del Río, pueblos donde se realizan los tradicionales y conocidos “abrazos” entre la Soledad, vestida de reina en un paso de gloria, y el Resucitado, lo cual atrae muchos cofrades. También ocurre algo parecido en la vecina localidad de Benacazón, donde se da la particularidad de que la querida Hermandad de la Soledad lleva a cabo el popular encuentro con una talla del Niño Dios y otra de la Pureza de María en una mañana de algarabía y júbilo. En Huévar esta jornada se ha celebrado desde hace siglos. De hecho, el documento más antiguo en posesión de nuestra hermandad, de 1621, se refiere al pago a un maestro cohetero para dicha festividad. Asimismo, nuestra Madre de la Soledad posesionaba el Domingo de Resurrección junto a Cristo Resucitado, si bien en 1953 la salida de la Virgen se trasladó al mes de mayo, pasando a convertirse en el acontecimiento central de las fiestas y cultos de gloria del mes de María en honor de nuestra amantísima titular. De esta forma, el Resucitado dejó de procesionar hasta el año 2004, cuando se recuperó la tradición en nuestra villa. Otros pueblos donde la hermandad de la Soledad celebra la Resurrección del Señor con su imagen mariana son Gerena, Castilleja de la Cuesta o Albaida del Aljarafe, localidad aljarafeña con importantes vínculos con la nuestra donde la Soledad también sale a la calle el 8 de septiembre para celebrar la Natividad de la Virgen María.

   Todo esto nos invita a reflexionar acerca del significado que, especialmente en nuestra comarca, tiene la advocación de la Soledad: no solo de tristeza y desamparo ante la muerte del hijo, sino de espera y, sobre todo, esperanza por la resurrección. Al igual que ocurrió con la Semana Santa, este año Nuestra Señora de la Soledad tampoco podrá salir a las calles de Huévar del Aljarafe en sus fiestas de gloria. Sin embargo, el vínculo tan fuerte que existe en nuestra localidad entre la advocación de la Soledad, la Resurrección de Cristo y las glorias de María seguirá fortaleciéndose. Vivamos intensamente estos días de alegría a pesar de la nostalgia para celebrar con más ímpetu si cabe nuestro amor por la Virgen en la procesión del año próximo.